Cristhian Rojas en Universidad Carlos III de Madrid

Soy Cristhian Rojas

Voy a presentarme, primero, con lo que me mueve, que es lo que en estos tiempos en verdad importa… Quiero ayudar a mejorar el trabajo de gestores culturales de Iberoamérica con contenido de valor y formaciones.

Y, segundo, aquí van los títulos académicos (que me han costado sudor y lágrimas, y que seguro colgaré en la pared si algún día tengo una oficina fija):

  • Máster en Dirección Internacional de Empresas (UC3M, España).
  • Máster en Gestión Cultural (UC3M, España).
  • Licenciado en Comunicación (UDEP, Perú), con especializaciones en Marketing y Ventas, y Marketing Digital Estratégico.
  • Y, entre otros estudios, el curso «Leadership in the Digital Transformation of Organizations and Industry» (IE Foundation, Online).

He colaborado con

¿Por qué marketing y comunicación para el arte y la cultura?

Tengo un máster en Gestión Cultural, y uno en Dirección Internacional de Empresas. Estudié Comunicación, con especializaciones en Marketing y Ventas, y Marketing Digital Estratégico. No me gusta la denominación de workaholic pues considero que uno no debe ser esclavo del trabajo; sin embargo, reconozco que este es un aspecto fundamental en la vida y que, bien manejado, puede llevarte a realizar proyectos apasionantes, que dejen huella y que aporten valor a muchas personas. Dicho esto, vengo trabajando, quizá, desde los 16 o 17 años.

Trabajé para la Dirección de Comunicación de mi universidad. Emprendí con una agencia de comunicación que dejó de funcionar oficialmente en el 2020 y que me enseñó el «lado oscuro» de querer ser tu propio jefe (aunque lo mejor fue que mis clientes, de distintos sectores, terminaron siendo mis amigos). Fui profesor universitario durante un par de años e hice investigación académica. Todo esto no de manera lineal, sino que mucho fue en paralelo.

El paso hacia la gestión cultural, médula de esta plataforma, empezó cuando me empecé a dar cuenta de cómo es que las distintas expresiones artísticas ayudan a desarrollarnos como personas. En el 2018, a pesar del miedo, decidí seguir aquello que dictaba el corazón (así, tal cual). Compré un pasaje a Madrid para llevar el máster antes mencionado, y he vivido aquí desde entonces. Aunque no tengo la camiseta que venden en Gran Vía, puedo decir que me encanta esta ciudad.

Por último, estoy convencido de que todo suma. Mi experiencia puede definirse como ecléctica. Desde comunicación, marketing y gestión cultural hasta dirección internacional, todo ha de sumar para lograr que más personas conecten con el arte y la cultura.

¿Te gustaría trabajar conmigo o llevar alguna formación? Antes de conversar, por favor, primero, haz clic en el botón. O también puedes continuar deslizando para conocerme un poco más.

Mi historia

Nací un domingo 11 de febrero de 1990 en Piura, al norte del Perú, alrededor de las 6 de la mañana según quien me parió. Desde ese día hasta mis 28 años, he vivido en la misma ciudad, con ciertas temporadas no mayores a 3 meses en las que estuve en Lima. Si bien ahora estamos alejados, mi familia sigue siendo mi motivación: mi padre, que me contagió su pasión por aprender -y enseñar-; mi madre, que con su actuar me enseñó que no hay nada mejor que servir a los demás; y mi hermano, que, por mi bien, suele recordarme que hay que soñar siempre pisando tierra.

Aunque la foto de la izquierda pueda insinuar una temprana inclinación a los escenarios (o al arte en general), lo cierto es que en casa tenemos de todo menos artistas: abogados, contadores, empresarios, enfermeras, profesoras. Mi conexión con el arte y la cultura vino después, asistiendo a museos, galerías, proyecciones de cine, obras de teatro y conciertos. Hice impro teatral hasta hace unos meses (cuando la pandemia me alejó de la escuela) y sigo aprendiendo salsa y bachata (esperando con ansias el día en que vuelvan los sociales). Estoy seguro de que mi actividad relacionada al sector cultural hace que mire la vida con una perspectiva diferente.

Debo aceptar que hay regiones de Perú que me falta conocer (en agenda para cuando vaya). Y aún así he hecho un recorrido en bus visitando Ecuador y Colombia. Latinoamérica, en general, me parece fascinante. Y toda Iberoamérica, aún más. Para el desarrollo de sus países es necesario atender a su cultura de manera transversal.

Por favor, no me contrates ni seas parte de mis formaciones si...

  • No estás comprometido/a al 100% con tu proyecto.
  • No eres consciente del valor que puede aportar tu proyecto artístico o cultural, o si lo consideras solo como un pasatiempo.
  • Lo que te mueve es solamente el ganar dinero y no el aportar valor.
  • No estás dispuesto/a a trabajar duro o crees que todo se trata de soluciones o fórmulas mágicas.
  • Tus usuarios, tus públicos o tus audiencias no están al centro de tus propuestas (si tu primera motivación no es ayudarles).
  • Eres de los/las que buscan contratar un servicio barato y con resultados cortoplacistas.

Sí, todo lo dicho aplica tanto para los servicios de consultoría, proyectos o incluso si quieres llevar algún curso. No es arrogancia, es simple convencimiento de que la vida es muy corta para no hacer aquello que nos apasiona. Si no cumples ninguno de los puntos mencionados, te invito a solicitar una asesoría gratuita o a contactar directamente conmigo (si vienes ya con algo serio).

Si has llegado hasta aquí, quiero regalarte 32 aprendizajes (uno por cada año vivido):

  1. El único tiempo que importa es el presente. Solo en este se pueden hacer cambios. El pasado ya pasó y el futuro aún ni siquiera ha llegado.
  2. No es cierto eso de que se gana o se pierde. Se gana o se aprende. Cada «fracaso» o «caída» es una lección que nos enseña cómo no lograr algo (y así ir descartando).
  3. Tú eres el héroe de tu propia historia. Tú, como protagonista, decides qué rumbo darle a tu vida.
  4. «Los fantasmas asustan más de lejos que de cerca». Enfrenta tus miedos.
  5. El trabajo duro vence al talento.
  6. Querer no es poder. La clave es hacer, hacer y hacer.
  7. «Esto también pasará», los momentos buenos y los malos.
  8. Salta a la piscina e improvisa. Es mejor actuar y luego tener que arrepentirse, que arrepentirse de no haber hecho nada.
  9. Enfócate solo en aquello que puedas controlar. El resto no importa.
  10. No pienses que estás por encima de las enseñanzas, que estas no aplican para ti. Hay que ser eternos aprendices.
  11. Cuando el alumno está preparado, aparece el maestro.
  12. Las condiciones de hoy son las expectativas de mañana. Lo que permitas hoy (y lo que no) irá moldeando lo que en un futuro esperes. Hay que poner límites.
  13. Pregúntate siempre qué es lo peor que puede pasar… Si no es la muerte, ¿entonces hay razón para temerle?
Cristhian Rojas con obra de Okuda en el Palacio de la Magdalena

¿Te han dicho que eres lo maximo? ¡Pues lo eres!

Puedes seguir nuestros contenidos en redes sociales: