La cigarra y la hormiga, versión gestión cultural

Tomando como punto de partida la fábula de La cigarra y la hormiga, quisiera repensar nuestra actitud al trabajar en gestión de audiencias (y en gestión cultural en general). ¿Por qué a veces actuamos como cigarras culturetas?
Cristhian Rojas

Cristhian Rojas

Máster en Gestión Cultural por la Universidad Carlos III de Madrid (España) y comunicador por la Universidad de Piura (Perú). Creo que el arte y la cultura son un motor para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida y mejorar como personas. Es por ello que comparto contenido para mejorar tu trabajo en el sector cultural.

Cuando era pequeño, una historia que nos solían contar era La cigarra y la hormiga (atribuida a Esopo, según acabo de enterarme). Seguro que la conoces. ¿La recuerdas? Era sobre una cigarra que se pasaba los días jugando y cantando, y que solía burlarse de una hormiga porque esta trabajaba muy duro transportando pesados granos de trigo.

La primera le decía a la segunda: «¡Qué risa me dan las hormigas cuando van a trabajar! ¡Qué risa me dan las hormigas porque no pueden jugar! Así pasó el verano y llegó el frío». Pero, llegado el invierno, la hormiga ya había recolectado lo suficiente como para guarecerse y sobrevivir la temporada de frío, mientras que la cigarra pues… La pasó muy mal.

Que al gestionar cultura no somos cigarras, que solemos estar trabajando (y muy duro), lo sé muy bien. Pero, cuando utilizo la figura de que «jugaba y jugaba», quiero que se entienda como que solemos preferir aquello que más nos gusta, y solemos dejar de lado lo que nos puede significar mayor esfuerzo. Dímelo tú, si eres un actor o actriz que le encanta salir al escenario, ¿con qué ojos ves sentarte y poner por escrito una estrategia de audiencias?

«¡Qué risa me dan las hormigas cuando van a trabajar! ¡Qué risa me dan las hormigas porque no pueden jugar! Así pasó el verano y llegó el frío.»

El trabajo con las audiencias es en verdad de hormiga. Es lento y requiere de un largo plazo para ver resultados. A veces es bastante desalentador: no logramos comprender a fondo el comportamiento de nuestro público, y, por tanto, esto se ve reflejado en nuestras actividades culturales. ¿En verdad esto que hago me dará beneficios?

Además, se requiere tener nociones sobre marketing, estrategia, planeamiento e incluso aventurarnos a utilizar recursos digitales como los CRMs, formularios, listas de suscripción, e-mailing. Siempre está esa tentación de dedicar nuestro tiempo mayoritariamente a aquello que más nos gusta o en lo que somos más diestros: si somos también artistas quizá sea salir al escenario, componer música, escribir el próximo libro; y, si somos gestores, pues dedicarnos a aquello que se nos da mejor, como diseñar, crear material audiovisual, escribir, o contactar con personas clave.

Sin embargo, es posible que llegue el invierno (o una pandemia como la del coronavirus), y que, cuando más necesitemos conocer a la audiencia, sea cuando menos sepamos de ella, ni lo que necesita, ni aquello que más le interesa. No tenemos una base de datos de aquellas personas que nos han visto antes, que han estado en nuestros talleres de formación y, por tanto, son más proclives a acceder a algún producto o servicio cultural que ofrezcamos en este «frío clima».

No me gusta el paternalismo (aunque sea paradójico habiendo recurrido a una fábula de nuestra infancia). Creo en asumir responsabilidades, en el «cosechar» y el trabajo a largo plazo, todo esto muy aplicable en gestión cultural. Son casi las 20h, por lo que me voy ahora, que nos toca salir al balcón a aplaudir. Pero te hago esta pregunta. A partir de hoy, no solo al gestionar audiencias sino en tus proyectos culturales, ¿quieres ser la cigarra o la hormiga ?


El mejor día para empezar a aprender sobre gestión de audiencias siempre será hoy. Te invito a entrar en #ModoHormiga. Suscríbete y te enviaré contenido para mejorar tu trabajo en el sector cultural.

Más posts relacionados:

Maslow y la cultura, ¿un bien necesario?

Abraham Maslow presentó en 1943 su pirámide de necesidades humanas. En esta, las actividades relacionadas al arte y la cultura serían las más «elevadas», y solamente aspiraríamos a ellas al asegurarnos las más básicas. ¿Debemos seguir viendo así al arte y a la cultura?

¿Por qué te siguen tu audiencias?

Todos tenemos audiencias, personas con las que nuestros proyectos culturales resuenan. Pero pensamos poco en ellas. ¿Cómo podemos empezar a enfocarnos en nuestras audiencias?

¿Qué no es un gestor cultural?

Un problema con los profesionales de la gestión cultural es la dificultad de definir con certeza a lo que se dedican o qué caracteriza su trabajo. Este es un ejercicio para descartar lo que no es un gestor cultural.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

¿Te gustó lo que has leído?

Puedes suscribirte para recibir contenido directamente en tu bandeja de correo.

*Importante: Al dar clic en en el botón, estás aceptando nuestra política de privacidad de datos.

¿Te han dicho que eres lo maximo? ¡Pues lo eres!

Puedes seguir nuestros contenidos en redes sociales: